El Teniente Negro

El 4 de junio de 1962, se entregaba junto al número 125 de la revista El Capitán Trueno Extra el primer ejemplar de un nuevo serial de aventuras titulado “El Teniente Negro”. Los aficionados al Capitán vieron incrementado el precio de su revista hasta las 3,50 pesetas, pero a cambio recibieron doble ración de entretenimiento. Las siguientes semanas, la nueva revista aparecería ya de forma independiente y a un precio de 2 pesetas.

Ambientada en la guerra civil norteamericana, estaba protagonizada por un personaje que en 1863 luchaba junto al bando del norte contra los esclavistas del sur. El llamado Teniente Negro era en efecto un hombre de color, pero sólo en apariencia. Defendiendo una causa que creía justa, era al mismo tiempo un acaudalado blanco llamado Richard Blake, calificado como petimetre, que se pintaba la cara de negro o se colocaba un bigote postizo según la ocasión. Junto al protagonista destacaban algunos secundarios, como el joven Rikky, Leonor (prometida de Blake a su pesar), y el fortachón Ursus.

El guión del serial lo realizó Silver Kane, pseudónimo de Francisco González Ledesma, una pluma popular por sus historias en otra mítica serie: el Inspector Dan. González Ledesma también sería un prolífico autor de novelas cortas de todo tipo de temáticas, pero sobre todo de misterio y oeste. A partir del número 24, el nombre de Silver Kane desaparece de los créditos. A partir de entonces, ocasionalmente y hasta el final, se incluiría el de Mark Gilbert, seguramente el pseudónimo de un escritor español que no ha sido identificado. En cuanto a los dibujos, fueron encargados a José Grau, hábil artesano que aquí llevaba a cabo una de sus últimas incursiones en este tipo de tebeos.

La revista Teniente Negro, editada por Bruguera, se extendió durante 30 números. Aunque sus dimensiones eran las habituales de una revista, tenía sólo 12 páginas, dedicando el grueso de su contenido al personaje que daba título a la colección. Además de una portada a todo color y de una contraportada dedicada a chistes textuales y gráficos y a un capítulo de un episodio de la serie Bob Morane, entregaba 8 páginas del protagonista de las aventuras, y dos más dedicadas a relatar la historia de la Guerra de Secesión. Cuando esta última concluyó, se incorporaron las páginas seriadas de una aventura de la “Pandilla Cu-cux-plaf”, titulada “’Fantomas Pérez’, Sociedad Muy Limitada”, de Schmidt.

El “Teniente Negro” finalizó de forma precipitada en su número 30, como era habitual en algunas series de la época. Las entregas de Bob Morane se quedaron en suspenso con su “continuará”, aunque se estaban editando también en otras revistas de la casa, mientras que la Pandilla Cu-cux-plaf pudo terminar su historia normalmente.

Poco conocido entre los seriales de aventuras de Bruguera, “Teniente Negro” constituye a pesar de todo una obra destacable, al menos durante la presencia de González Ledesma a los guiones, y una historia a revisar por los amantes de los tebeos clásicos y de José Grau.

Manel Montes